¿?

Y yo decía "¿Qué acaso a nadie le importa lo que piense?"
Y el me contestó
"No, ¿cuándo te vas a sacar la venda de los ojos?"

domingo, 18 de julio de 2010

Perderse en un sueño.



Perderse en un sueño y escapar aunque sea unos minutos de la realidad.

En el mundo donde vives, a más de una persona se le ocurrió.

Tratar de escapar de tu mundo e invetar otro mundo perfecto es una de las cosas más humillantes y que dan lástima, aún así, yo lo hago.


Pero lo más triste es saber que todo tiene fin, incluso aquel mundo perfecto.

Saber que estás soñando te quita la opurtunidad de disfrutar el momento y te lleva a preocuparte por el despertar.

Despertar de aquella realidad ficticia, creada a partir de la necesidad de un nuevo mundo.


Ayer tuve un sueño lúcido, que hace tiempo no tenía, y me di cuenta de lo triste que es quitarte la venda de los ojos, quitarte la ilusión y la esperanza de que aquel momento era verdad.

Soñaba que por primera vez había conmigo tres personas, tres amigos.

Pero, pronto, instintivamente por así decirlo, me di cuenta de que aquello era demasiado bueno para ser verdad y entonces pude entrar en el sueño.

Lo disfruté por un minuto o dos, quizá, pero me dije a mi mismo

"De que vale seguir con esta farsa si sé que es mentira"

Entonces, no podría explicar cómo, hise desaparecer aquel nuevo mundo y entré en el verdadero.

Imaginé un día común de escuela, con mis clásicos "compañeros", con los clásicos profesora, con los clásicos problemas, gritos e insultos.

Y al darme cuenta de cuán triste son aquellos días, volví al sueño primero.

No importa cuánto, pero quise disfrutar aquel momento con aquellas tres personas a las que no conocía, pero que apreciaba más que a nada y deseaba que algún día conozca amigos así.

Desperté con lágrimas en los ojos sabiendo que el sueño había terminado y me preparaba para afrontar un nuevo día.

La mañana no fue nada agradable, no voy entrar en detalles, pero más de una vez en este día prefiría haber estado solo, sin nadie gritándome en el oído, sin nadie.

Me doy lástima y me daría pena si alguien tuviera esta vida, aunque sé que hay peores.

Escribo esto y, como cobarde que soy, espero volver a soñar esta noche con aquello que me hace tener la esperanza de que algún día encontraré aquel lugar en el que sólo exista paz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se lo que se siente

marta dijo...

No eres el primero, ni tampoco el último, la sociedad es cruel, muy cruel, solo te digo que fuerza, constancia y aguante te hacen llegar allí donde tu quieras conseguir y que por el camino irás dejando a aquellos que te hoy molestan. Animo al final tendrás tu recompensa. Un saludo fuerte.