¿?

Y yo decía "¿Qué acaso a nadie le importa lo que piense?"
Y el me contestó
"No, ¿cuándo te vas a sacar la venda de los ojos?"

miércoles, 21 de julio de 2010

El frío y los amigos.

El calor de la amistad, no hay nada como el calor de la amistad.

Invierno.

Para muchos la peor estación, para otros (este es mi caso), la mejor porque tarde o temprano se tendrá que ir.

¿Qué puede haber mejor que sentir el frío del ambiente y luego entrar a casa y darte cuenta que, dentro, es más confortable por el calor que hay?

Sólo una cosa: saber que "dentro" no hay calor.

Pero, realmente, ¿a qué llamamos calor?

¿A las llamas? ¿A la alta temperatura? Si pensaste en eso, creo que estás pensando que lo escrito aquí es una mera nota. Pues no.

El calor no sólo se representa con la clásica imagen del Sol o del fuego, hay algo mucho más trascendental encubierto.

Prefiero interpretar a "frío" como la ausencia de personas; "ambiente" como el Mundo; "casa" como el espacio en el cual puedo interactuar con otras personas y "calor" como el sentimiento que mis amigos producen en mí.

¿Entiendes las frase?

"¿Qué puede haber mejor que sentir la ausencia de personas en el Mundo y luego ir con otras personas y darme cuentra de que allí la amistad es mejor?

Sólo una cosa: saber que con otras personas no existe la amistad."



Los amigos son como el calor que nos abrigan en las noches de frío y a los que necesitamos sin excepción que confirme la regla.

Por eso, amigos, quiero decirles que son la fuente que me inspira a seguir y la luz que guía mi recorrido por las noches de oscuridad y frío.


Que nunca se apague la llama que nos une y que el calor de la amistad derrita las murrallas de hielo que me impiden ser feliz.

Los quiero mucho amigos y feliz día, ayer no pude publicar nada.

Sin más, me despido.

Kuxtal Ángel

No hay comentarios: